Graham Gryffindor I.D.

La mentalidad de Graham es bastante difícil de entender, el no se entiende a él mismo, tampoco lo ha intentado y eso le ha dado muchos dolores de cabeza. Silencioso, interior, complejo, así es él: muestra muchas caras de él mismo, puedes verlo riendo, enfadado, bromeando, llorando, en otro mundo, miles de caras, pero esconde muchas mas caras de las que enseña, su mundo interior es infinitamente extenso y complejo. Piensa, él piensa y mucho, se pasa todo el día filosofando en su interior, divagando, tal vez. Toda esa filosofía empezó a los once años, cuando, ilusionado, esperaba con ansias la única palabra deseada por un misero sombrero: Gryffindor, ¿pero que dijo él?  Hufflepuff. Esa extraña y propia palabra cambió para siempre al muchacho y con él, su forma de pensar. La decepción que apareció en ese instante y que le acompaña hasta el día de hoy es inmensa, ¿porqué? siempre había deseado como su hermano mayor, Godric, a quien admiraba, quería pertenecer a su casa, ser valiente como él y como su mellizo, el que si había entrado en Gryffindor. Desde entonces se pregunta: ¿porqué allí? siendo un Gryffindor, ¿porque no en dicha casa? ¿A caso él no se merecía ese apellido que tanto deseaba representar? Todo eso le hacía sentirse alejado de su familia, aunque practicamente vivía en la casa Gryffindor pues, las noches que no las pasaba con su hermano mellizo, las pasaba con su hermano menor, ambos, leones. Ese sentimiento de alejamiento con sus hermanos y esa duda de "donde pertenecer" le ha hecho pensar en mas de una vez en estar en un bando o en otro, descubriendo algunas ventajas, o intereses por así decirlo, del lado de los que creen en la purificación de la raza.

A la vista, es simpático, tranquilo, gracioso, le gusta serlo, a parte de toda su filosofía interior, le gusta reirse, sobretodo con sus hermanos. Con Gael, su mellizo, siempre está de broma y haciendo travesuras y con el pequeño, Gabriel, adora pasar tiempo con él, a veces, piensa que no le hacen demasiado caso. Inteligente y estudioso: ya que no tiene la valentía suficiente como para estar en Gryffindor, al menos, poder demostrar que tiene la capacidad de ser tan o mas bueno que su hermano  y así, poder demostrar que no es el peor de sus hermanos.

Como si no se sintiese demasiado insignificante, Graham no tiene la soltura o la facilidad de ligar de Gael o no es tan nada en comparación con Godric, sus relaciones amorosas.... no ha tenido. Siempre se ha sentido mediocre en ese tema, lo ha intentado, si, pero nunca ha servido para nada, o se pone muy nervioso o tartamudea, o se pone indeciso; a veces piensa que ni siquiera sabe lo que quiere o lo que le gusta. Nunca ha tocado a una mujer y se siente ridículo por eso, es algo que nadie sabe. Ese fracaso le ha discurrir sobre su sexualidad, algo que le asquea, intentando quitárselo de la cabeza.

Si hay algo que le puede sacar de sus casillas es estar mas de diez minutos con alguien de su casa, eso le recuerda donde está, lo que para él es, el fracaso de su vida.

Graham nació junto a su mellizo, Gael en Escocía, en el seno de una familia adinerada y reconocida. A los tres años de su nacimiento, nació Gabriel, su hermano menor, el menor de los cuatro. Quiere a los demás mas que a él mismo y los admira a todos por igual. Siempre deseó ser como su hermano mayor, igual de valiente y con su mismo coraje. Le encantaba pasar tiempo con todos ellos. De pequeño tuvo que partir con su familia a África, cosa que le desagradaba y mas cuando su hermano mayor se fue. Aun así su admiración por él y por los demás seguía allí y mas cuando, a los once años, llegó una carta de Godric, invitando a los mellizos a entrar en su colegio. Estaba ilusionadísimo con asistir a ese colegio y aprender tanto como su hermano, ser como él, su mayor deseo oculto desde siempre.

Al llegar a Hogwarts, vio muy lejano su sueño cuando, desde un principio, fue llevado a la casa que no era de Godric. El momento en que ese sombrero pronunció el nombre de la casa, su mirada se dirigió a sus dos hermanos, sintiendo una apuñalada en el estómago, quedando en shock por unos largos segundos en los que le pedían que bajase las escaleras, que el turno era del siguiente alumno, pero mis oídos no estaban atentos, todos mis sentidos estaban concntrados en un punto: deshonra. En su vida se había sentido ni se sentiría igual de peor. Todos los de la casa Hufflepuff, incluso sus hermanos hicieron un esfuerzo por hacerle ver que estar en Hufflepuff no era malo, pero cada segundo en su sala común era una tortura, cada pensamiento o casa vez que veía algo amarillo suponía una pesadilla para el mago, sintiéndose diferente, con una connotación negativa, sintiéndose decepcionado por no ser lo suficiente bueno como para asistir a la casa de su propio hermano. Tal vez ahí bajaría su admitación por su hermano mayor y empezaría algo de envidia hacía su hermano mellizo.

Después de los años, ya, en su sexto año sigue odiándose por el hecho de ser un tejón, animal a cual odia, igual que a la mayoría de su casa, pero intenta no pensar en eso, además, como hermano del fundador de Gryffindor, a la práctica, duerme con los rojos, si no es con su hermano mellizo, es con su hermano menor.