Contemplando un Bello Atardecer (Helga)

Helga detestaba el invierno. Lo había dicho, pensado y escrito un centenar de veces, pero no se cansaba de decirlo. Lo detestaba. No habían plantas, ni semillas ni brotes de hermosas flores. La tierra estaba congelada y eso le impedía caminar descalza. Sus manos se entumecían, su comida se enfriaba y a duras penas podía dormir sin temblar y maldecir durante la noche. Tendría que preguntarle a Salazar sobre alguna poción para dormir...

Colocándose su abrigo y suspirando, salió del aula de herbología. No había caso en quedarse allí más tiempo. No tenía plantas que regar ni flores que observar. Ante las bajas temperaturas, ella había optado por acortar sus clases y utilizar un aula dentro del castillo. Lo menos que deseaba era un estudiante enfermo. No sólo porque ella estaba encargada del pabellón de enfermería, sino porque Helga solía preocuparse tanto, que se quedaba despierta toda la noche al lado de sus alumnos.

Por alguna razón solían decirle que sería una excelente madre. Aunque ella pensara que ese día jamás llegaría.

Sin mucho que hacer, la joven bruja caminó por los jardines, con sus manos dentro de los cálidos bolsillos de su abrigo blanco. Si debía ser sincera, aún cuando detestaba el invierno, ella debía aceptar que la temporada era realmente hermosa. Los jardines cubiertos de nieve, el atardecer impactante, el lago congelado... era hermoso. Lo único que arruinaba todo era la baja temperatura.

A lo lejos, la joven divisó a una de las profesoras escribiendo, sentada en el suelo y observando el atardecer. —Annabeth...— dijo para sí, mientras caminaba hacia ella. No fue su intención asustarla, sin embargo, la reacción de la bruja la hizo sonreír. —Lo siento, Anna, no era mi intención asustarte. Al menos no esta vez— comentó con cierta diversión en la voz. —Sólo quise pasar a saludarte ya que hace mucho que no hablamos. Tanto trabajo impide hablar incluso con los amigos que viven bajo el mismo techo— replicó, suspirando. —Espero que todo este bien con los alumnos... ¿o no?—