¿Porque soy mejor que tú? [Jared Laurent]

Por fin había acabado mi primera sesión de clases oficial en Hogwarts tras haber ingresado este mes. En un principio pensaba que iban a costarme más pero la verdad es que eran mucho más sencillas de lo que me podía imaginar en un primer momento.

Salí de mi última clase, que era Herbología limpiándome con un hechizo la tierra que se me había quedado en la ropa, en los guantes y en las uñas con un gesto de ligero asco. Era alguien bastante pulcro en lo que al aspecto se refiere y tantos años entre la alta sociedad mágica me había hecho tener que estar siempre impecable... Y si no que le pregunten a madre.

En cuanto a la clase, se notaba que la profesora era bastante indulgente en mi opinión y era de esas que creían que el esfuerzo era más importante que tu propio talento, algo que sin duda yo descartaba. Naces siendo más o menos poderoso según tu sangre. Solo hacía falta ver a esos sangre sucia que no sabían hacer nada a derechas sin que les diesen todo masticado y hecho. Lo único bueno es que en ese Invernadero había plantas raras que no había visto nunca con mis propios ojos.

Cuando me dirigía al castillo noté cómo un cuerpo más grande que yo y más pesado caía sobre mi, derribándome con fuerza y tirándome al suelo, notando un dolor que me recorría el cuerpo como consecuencia.

-¿Es que no sabes mirar por dónde vas?- Pregunté con voz fría y siseante

Aunque después de mi clase les tocaba a los alumnos de séptimo clase de herbología yo decidí quedarme en uno de los invernaderos que había repasando algunas cosas. Este año no me iba a conformar con sacar buenas notas...No, sacaría las mejores notas que pudiese. 
Ya me sentía lo suficientemente mal por vivir de "ocupa" en casa de mis tíos así que lo mínimo que podía hacer es hacer que se sintiesen orgullosos de mi. Les daría verdaderos motivos para estarlo.

Me hubiese gustado hablar con la profesora de herbología pero ella parecía ocupada riñiendo a un par de alumnos. Suspire y deje mi "misión" para un rato mas tarde. La verdad es que era un fastidio pero no podía hacer otra cosa.

Estaba en mi mundo, pensando que me pondría a estudiar hoy en la biblioteca cuando me choqué sin querer con un chico y caímos los dos al suelo.
Me rasqué la nuca e iba a disculparme con él pero cuando vi con la grosería con la que me estaba hablando se me quitaron todas las ganas.

Slytherin...como no, "los amos" del castillo. Fruncí el ceño y le contuve la mirada sin ningún miedo.

-Eres tú el que no sabes por donde vas, gilipollas-bufe-¿te crees que te tengo miedo por que seas Slytherin? no os tengo ningún miedo. A diferencia de lo que piensa todo el mundo me dais bastante pena. Os creéis los amos y señores de este sitio pero en realidad me la sudáis todos.

Vaya, me había topado con un pajarillo cabreado. Lo que me faltaba, tener que tragar a uno de esos listillos viniéndome con esas de que no soy tan bueno como me creo y bla bla bla... Por supuesto que era mejor que ellos, y seguramente más que él, al que no había visto en esa clase, por lo que deduje que era de algún curso inferior al mío, aunque a mi no me importaba, claro está la presencia de seres... inferiores a mi. Claro que si con quien topaba era con un vulgar sangre sucia o mestizo vería lo que es un Lannister cabreado y eso es algo que no le gustaría ver, y menos con mis conocimientos de Artes Oscuras.

-Que me tengas miedo o no no me importa, pajarillo- Le respondí sonriendo con sorna- Es cosa tuya. Siguiente punto, no nos creemos los amos del lugar, lo somos- Puntualicé. A la vista estaba que el profesor Slytherin ponía esmero en quedarse con lo mejor de lo mejor.- Y no te exijo temor pero al menos, podrías ser educado y disculparte. ¿O es que la profesora Ravenclaw no os enseña modales, pajarillo?- Solté ese apelativo con una voz burlona y arrogante, dejándole bien claro la diferencia entre nosotros dos

Fruncí el ceño y bostece mientras me daba el típico discurso de Serpiente. No me gustaba nada el apelativo que me había dedicado pero tampoco hice notar que me disgustaba, antes muerto que darle a ese cabrón ese placer.
Asi que me crucé de brazos y esperé a que el gilipollas terminase, y cuando vi que cerró porfin la boca fue cuando decidí hablar yo.

-¿has terminado? es que me aburrís, todos y cada uno de vosotros. Dentro de poco es navidad, deberías pedir como regalo un poco de personalidad o...no se...¿originalidad? me importan una puta mierda tus discursos sobre la sangre limpia y lo mejor que eres y esas mierdas-utilice su tono, haciéndole la burla- y respecto a la disculpa que quieres aquí tienes.

Escupí en el suelo, muy cerca de donde estaba él.

-hay tienes tu disculpa.

-¿Has mirado el calendario? ¿Acaso ves hojas muertas, nieve y hielo? Estamos en Septiembre, pajarillo- Dije señalándole lo que había a nuestro alrededor. Si el chico era tonto no era mi culpa, y salta a la vista que era temerario como poco al provocarme con su "disculpita", bastante ordinaria, grosera y de mal gusto.

Durante un instante sentí el impulso de degollarle con mis propias manos y de sacarle las tripas mientras él aún podría verlo. Una pena que tuviese que demostrar tener más clase que él en estos momentos y no darle un puñetazo.

Claro está, no iba a dejarle que saliese impune de tal afrenta, así que abrí mi saquito de estiercol de dragón, amasé una pequeña bolilla y se la tiré a la cara.

-Disculpas aceptadas- Dije tomando una actitud arrogante y marchándome rumbo al castillo

Me dio tiempo a esquivar la bola de estiércol por los pelos, pero aun así me manchó un poco en la cara. Solté una sonora palabrota y me limpie el rostro con el dorso de mi mano.
Ese cabrón sabía como ponerme de mala ostia. Yo solo quería hablar con la profesora de herbología y seguir con mi vida tranquilamente...pero me tuve que tocar con un Slytherin toca pelotas.

Apreté los puños con fuerza mientras observaba como se iba tan tranquilo, como si en realidad no hubiese pasado nada; Ese era el problema de esta gente que se creían que podían pisotearnos y humillarnos sin que a ellos les pasase nada...y yo estaba harto de que me humillasen.

No me lo pensé, no se en realidad porque estaba haciendo esto porque se lo que pasaría después de hacerlo...se las consecuencias que esto acarrearía pero me daba igual; Cogí una piedra que había en el suelo y se la tiré con fuerza a la cabeza.

-Que te jodan.

Intercepté la piedra que se dirigía a darme entre las cejas con un movimiento de cuello. El pajarillo había salido agresivo y no sabía respetar a quien era mejor que él... Lo dicho, una lástima que aquí no pueda ponerle en su sitio como los Dioses mandan.

No obstante eso no impedía que no estuviese cabreado. Volví mis pasos volviendo a ponerme en frente de él, esta vez con una actitud más dominante y fría. Ahora que me fijaba aunque yo era más alto él era más corpulento, y tenía unos rasgos bastante atractivos para ser tan idiota. Una lástima que seguramente fuese un pobre mestizo o sangre sucia que no sabía dónde se estaba metiendo.

-Ya quisieras hacer eso personalmente, pajarillo- Digo arrastrando las sílabas con voz fría, casi siseando- Pero por fortuna para mi no me gustan los de tu... clase.

Medio sonreí ante su insinuación.

-Oh no encanto-dije cruzándome de brazos y mirándole claramente en un desafío- ya te gustaría que yo te jodiera pero me da que no lo voy a hacer. No me gusta acostarme con gilipollas engreídos, es una de las normas que tengo-me encogí de hombros- además tú no eres mi tipo.

El chico era mono, todo había que decirlo. Pero antes prefería morir enterrado en estiércol de hipogrifo que admitirlo. 
Lo mejor de todo es que seguro que se pensaba que no era de su "misma condición sanguínea"

Un pobre iluso, eso es lo que era. Pero por supuesto tampoco le daría el placer de decírselo. Por mi que pensara que era un sangre sucia, a mi me la sudaba.

-Me parece que alguien aquí esta un poco necesitado.

-Mira por dónde, tú tampoco el mío. Tenemos algo en común, pajarillo- Siseé con la voz fría como un témpano de hielo, mirándole con arrogancia y superioridad. Y el comentario que había soltado me hizo sonreír de lado. Mis provocaciones estaban dando resultado y él no se daba cuenta de lo que ocurría. Perfecto.

Y seguramente con eso se pensaba que le estaba tomando por un mestizo o sangre sucia. Si lo era o si simplemente era un traidor a la sangre me daba igual ya que iba a ser el objeto de mi diversión durante un rato. En otra ocasión si lo era, me encargaría de hacerle la vida imposible por estar en el lugar que no le correspondía, con los magos auténticos.

-Sí, creo que eres tú el que anda necesitado si necesita follarse a un tío- Le repuse con arrogancia

Arqueé una ceja mientra dejaba que el peso de mi espalda se apoyase en una de las frías paredes del invernadero.
Si, me gustaban los chicos y por supuesto las chicas pero lo que él no sabia es que yo era virgen...pero no pensaba contárselo ni de coña. Si lo llegase a saber me estaría haciendo la vida imposible todo lo que me  quedase de año y mas aún. La gente como él es incapaz de respetar a los demás.

-Si me follo o no a tíos no creo que ese sea tu problema, pero no tienes de que preocuparte. Estoy bien servido.

-Por cómo te estás poniendo yo diría que más que bien servido lo que necesitas es que te dejen bien servido, pajarillo. Tal vez debería plantearte ir a algún burdel o buscarte a alguna de tu clase que te ayude con ese problemilla. Te mejoraría ese mal carácter- Le contesté sumamente arrogante, más prepotente que lo que podía ponerme con alguien quien consideraba inferior y no era un descendiente de algún muggle.

Me ahorraría el comentario de meterme con él si le gustaban los hombres porque yo había gozado de más de uno en mi cama en varias ocasiones. No era de los que se conformaban con solo una cosa, y menos cuando te gusta de todo.