Lo prometido es deuda ¿me concede un baile?[Priv. Alexis]

El león buscaba a una de sus alumnas en especial, le había prometido un baile y él siempre cumplía sus promesas ¿Cuanto podías tardar en encontrar una cabellera rubia? En ese colegio mucho, si estuviera en África seria muy sencillo pero en las islas había mucha gente rubia. Se fue moviendo por el salón esquivando a alumnos y profesores, saludando a algunos en su búsqueda. Alguna le pedía bailar y tenia que disculparse caballerosamente por no poder. No podía estar todo el dia bailando con otras personas cuando ya había prometido bailes y había conseguido ir al baile con la fundadora de la casa Ravenclaw.

Se quedo mirando de nuevo el salón hasta que encontró un par de cabelleras rubias que supuso, y quiso creer, que eran de los mellizos Lodge, esos dos terremotos que tenia en su casa. No se quejaba de ellos, era todo lo contrario, le enorgullecía tener a esos dos leones en su casa, los dos tenían las características que él pedía en su casa, por eso el sombrero seleccionador apenas había estado unos segundos en la cabeza cuando había gritado el nombre de la casa escarlata. Y desde entonces habían animado la sala común, ya desde hacia siete años, era una lastima que el año que viene se fueran a marchar pero también estaba orgulloso de que se graduaran.

Se acerco a la joven que se hallaba de espaldas a él y le hizo un gesto a Mark para que no dijera nada. Miró de arriba a abajo el vestido de la joven, le agradaba ver que llevaba los colores de su casa, desde luego no podía decir que la joven Lodge no sintiera los colores de su casa. Le coloco una mano en el hombro-Por fin la encuentro, señorita Lodge. He de decir que estas bellísima con esos colores, el rojo y el dorado siempre sientan bien a una joven leona ¿verdad?-comentó sonriendo suavemente. Cuando la chica se dió la vuelta la ofreció su mano-Creo que le debo algo, y no seria un buen león sino cumpliera mis promesas así que...¿me haría el honor de concederme un baile, Lady Lodge?

Se podría decir que había pasado bastante rato desde que la joven gryffindor se hallaba en el baile, sin embargo todo seguía tan animado como cuando se había iniciado el evento. Parejas bailaban a la vez que otras simplemente charlaban o reposaban bebiendo algo mientras que la música no dejaba de sonar y le daba la sensación de que nunca acabaría, de que aquellas melodías serían eternas.

En ese momento se encontraba con su hermano, a pesar de tener pareja a Alex le era imposible separarse durante una noche entera de su hermano, no por nada decían que los mellizos Lodge eran inseparables. Conversaba y reía con él hasta que de golpe su hermano se calló y le dedicó una extraña sonrisa, esa sonrisa que solo ella conocía pues sabía que significaba dos cosas: o escondía algo o tramaba algo. Curvó levemente los labios, desconfiada, notando como miraba detrás de ella.

Fue entonces cuando notó una mano en su hombro provocando que involuntariamente diera un pequeño respingo, girando su cabeza hacia aquella mano apoyada en ella. No tardó mucho en reconocer esa mano, tan varonil y como dos veces más grande que la suya, sus palabras ya le confirmaron la presencia de su profesor favorito.

Se dio la vuelta poco a poco, analizando lentamente lo que le acababa de decir. No pudo evitar que un pequeño sonrojo se formara en sus mejillas cuando la halagó por su vestido, se sentía avergonzada y a la vez muy feliz, Godric Gryffindor era su ídolo desde que empezó la escuela, lo adoraba y durante años fue y sigue siendo su modelo a seguir. Siempre se sentirá orgullosa de formar parte de su casa, por algo se marcó un león en su dedo índice.

Carraspeó un poco y una vez girada del todo vio como le tendía la mano, poniéndose aún más nerviosa. ¡Como no estarlo! No todos los días el hombre que más admiras en el mundo te concede un baile, además de que comprendía que era todo un detalle que se hubiera acordado. Tuvo que controlarse para no saltar a abrazarlo y ponerse a lo fan estúpida. Pero Alex no era así, al menos no se pondría así hasta no haber bailado con él, luego si la emoción le podía no extrañaría que se tirara a darle un fuerte abrazo, después de todo ser cariñosa de por si era parte de su carácter.

Así pues, agarró su mano con suavidad y firmeza, dedicándole una radiante sonrisa.- Será todo un honor bailar con usted, señor Gryffindor. -Murmuró con educación, agarrando su vestido para hacer una leve reverencia.

Vio la sonrisa divertida de Mark por lo que sabia que Alexis no tardaría mucho en darse la vuelta al ver la extraña sonrisa que se había formado en la cara de su hermano para ver el porque aunque no tardo mucho en descubrirlo por la mano apoyada en su hombro. Rió suavemente ante el respingo que había dado la joven Lodge. Era divertido asustar a los chicos de su casa con los que tenia una buena relación, era estricto queriendo que fueran los mejores pero sabia como divertirse con ellos.

Sonrió suavemente al notar el sonrojo de la muchacha, parecía que le había sorprendido que se hubiera acordado de la promesa que le había hecho. Godric había cumplido lo de bailar con todas las chicas a las que se lo había prometido y no iba a fallarle a una de sus alumnas preferidas ¿Verdad? No estaría bien de su parte, ademas, la había dejado casi para el final para poder hacerlo con tranquilidad sin que nadie mas estuviera esperándole para que cumpliera su promesa.

Eso esperaba oír-sonrio suavemente y le agarro la mano con suavidad, viendo el león en su dedo. Se había sorprendido mucho cuando la había visto llegar un verano con eso en el dedo pero duro poco, eso era uno de los motivos por los que se sentía orgulloso de que Alexis Lodge perteneciera a su casa, ella sentía, y era, todo lo que él pedía para su casa: valentía, caballerosidad y temple. Nunca había visto actuar a los mellizos fuera de lo que se esperaría de su casa, ni siquiera cuando Salazar se los enviaba cuando hacían una travesura. Busco con la mirada a Rowena para asegurarse de que seguía allí, que no se había ido todavía y gracias a los dioses, seguía allí hablando con ese profesor, no podía culparla por entretenerse con otra persona porque él mismo había estado muy solicitado.

Miro a la joven leona y sonrió suavemente-Bien, señorita Lodge, espero que sea buena bailarina. He de confesarle que aunque haya bailado mucho esta noche, mis habilidades no terminaron de gustarle a mi madre-ríe suavemente esperando que la música empezara de nuevo para poder bailar con la joven. Como aun parecía que tardarían unos minutos, alzo la mano de la chica y miro el león-Me sigue gustando mucho su tatuaje, que conste. Los leones son animales admirables y mas las leonas. Son las que se encargan de cazar para la manada-comentó como dato sobre los leones, había aprendido mucho de ellos de cuando vivía en África aunque su padre siempre le advirtió que no se acercara mucho-Y protegen a su manada, como usted con su hermano ¿no le parece?

Sus labios se curvaron en una sonrisa ante las palabras de su profesor, sin duda era un hombre que no carecía de cortesía y humor, la forma y entonación con la que se dirigía a las personas, sobretodo a sus alumnos, con cariño y confianza, no era extraño que los estudiantes de su casa lo trataran como un amigo más, como un miembro de la familia. Alexis escondía cierta atracción paternal por él, pocos sabían la trágica historia de los mellizos aunque gracias a la alegría y carisma que ambos hermanos siempre mostraban era difícil creer que realmente detrás de ellos había un pasado atormentador.

En todo caso Alex nunca tuvo una figura paterna a seguir, es por eso, a parte de otros motivos, que sentía tanto estima por el mayor. Volviendo a la realidad, notó como la mirada de su profesor se dirigía a su mano derecha por lo que del mismo modo sus ojos se dirigieron hacia la misma dirección. Seguramente observaría su tatuaje que en aquella postura era visible fácilmente. Aún se le escapaba la risa floja al recordar la cara de su abuela al volver a casa con aquello, sin duda se llevó una buena bronca en parte normal para una chica en aquel entonces de tercer curso. Sin embargo a su hermano le encantó y recuerda que le dijo que algún día se tatuaría un dragón en alguna parte de su cuerpo. Aquel idiota y los dragones. También recordaba el momento en que se lo enseñó a Godric y la alegría y sorpresa que se llevó al verle con aquello, pero sobretodo se le veía orgulloso de ella y aquello era más que suficiente para Alex.

Volvió a mirarle, devolviéndole la sonrisa mientras escuchaba de nuevo sus palabras. Ciertamente Alexis ya había estado en otros bailes otros años pero nunca se había preguntado si en verdad era buena o no, si tuviera que elegir elegiría el no, pues nadie le enseñó nunca a hacerlo. Apostaba a que se veía ridícula pero las palabras de Godric calmaron un poco sus nervios, provocando que una pequeña risa se escapara de sus labios. - No intente hacerme sentir menos penosa con sus palabras, lo he visto bailar y créame que es muy probable que le acabe pisando un pie esta noche -Su sonrisa se ladeó hacía un lado, mostrando una expresión divertida en su rostro. Seguidamente dejó escapar una pequeña carcajada, llevándose un mechón de su cabello tras su oreja, parecía que estaba bromeando y en cierta manera lo hacía pero no se sorprendería si durante el baile le acababa pisando un pie sin querer, su torpeza no descansaba ni en días festivos como aquel.

Desvió su atención a su mano cuando este la alzó, mirándose el tatuaje con cierta curiosidad al escucharle hablar de los leones, sin duda durante aquellos siete años se habían convertido en sus animales favoritos, después de Bianca claro, su lechuza blanca era irresistible ante sus ojos. ¡Era tan mona! le encantaba acariciar sus plumas y achucharla. Se acarició el tatuaje con su dedo pulgar, esbozando una pequeña sonrisa. - Me gustan las leonas, saben imponerse contra los leones, como yo a veces cuando me peleo con mi hermano -Rió por la comparación, alzando su mirada hacía él. - Y usted sería el jefe de la manada, ¡por supuesto! El sabio y valiente león que protege a su familia -Murmuró con un tono grave en su voz, intentando poner seriedad al asunto aunque dudaba que aquello tuviera algo de seriedad por lo que volvió a reír de nuevo, divertida y feliz ante aquella conversación.

El pelirrojo no pudo evitar reírse suavemente ante lo dicho por la chica, era la primera mujer que conocía que despreciaba sus dotes de baile, sin duda alguna la joven Lodge era una alumna excepcional en muchos sentidos. Casi todas las chicas de esa época recibían clases de baile de sus madres o parientes para que en actos sociales las señoritas pudiera conceder bailes a los caballeros que asistieran a los eventos, algo totalmente aburrido desde el punto de vista del fundador pero hasta él había sido obligado a aprender cuando era joven, su madre no aceptaba un no por respuesta. También era verdad que según los planes de su madre, su primogénito ya tendría que estar casado y con al menos dos hijos pero Godric jamas fue de seguir planes ajenos.

-No se preocupe señorita, si me pisa no me quejare. Soy un hombre fuerte-dijo sonriendo y guiñándole un ojo a la joven. No le importaba a decir verdad, no seria la primera que lo hiciera esa noche. Gracias a los dioses se había puesto unas buenas botas que impedía que le dolieran demasiado los pies o ya haría rato que estaría sentado en la mesa del fondo junto con algunos profesores que mas parecían estar allí por compromiso que por diversión-Usted solo déjese llevar por la música sin preocuparse ¿de acuerdo?

Empezó a bailar con ella cuando empezó la música, algo animada y por supuesto, con la magia de Helga y Rowena, hacia que la gente se animara al oír la música. El león cogió por la cintura a la joven y la elevo unos centímetros para dar un par de vueltas, divertido. Sabia que con Alexis podía hacer cosas así, mas divertidas que con el resto de alumnas, ni siquiera con la fundadora de la casa Ravenclaw, podría hacer. Consideraba a todas sus alumnos como su familia pero tenia que decir que sentía cierto favoritismo por los mellizos Lodge.

Las leonas son los miembros de la manada mas importante. Se saben imponer a los leones, como las gryffindor a los chicos gryffindor-comentó mientras seguía bailando con la chica. Sonrió ampliamente ante la comparación, no es que fuera la primera vez que le comparaban con esas increíbles criaturas pero siempre le gustaba ser comparado. Ademas como sabio y valiente-Gracias, Lady Lodge-sonrie y le besa en la mano en una de los movimientos del baile-Eso es un gran halago para mi. Siempre intento parecerme a esos animales, aunque según Helga ya me parezco bastante sin esforzarme-ríe divertido y la mira-¿A usted que le parece?