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Tarde de invierno ----> Godric G.
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Tarde de invierno ----> Godric G.
Helga veía caer los copos de nieve sobre los jardines de herbología, con una mirada melancólica. Muchos adoraban la navidad por ser una época festiva donde se compartía en familia y se celebraba alguna festividad cristiana que ella desconocía, puesto a que no practicaba dicha religión. Helga había nacido en Alemania, en medio de una familia de brujos (aunque su madre era hija de muggles)que creían en otras deidades paganas. La navidad no era parte de su vida común y ahora debía esforzarse por aprender a apreciarla, aunque a decir verdad no era algo difícil. Pero si debía ser sincera, ella prefería la primavera. El olor a flores frescas... la vida de la naturaleza... los pequeños animales corriendo por los prados...
La joven bruja sonrió de lado al imaginar el extenso valle de donde ella provenía. Era tan hermoso... tan lleno de vida. Esa era una de las únicas cosas que ella realmente extrañaba, aparte de su familia, por supuesto. Pero ahora ella tenía un deber mucho más importante, uno que la llenaba por completa y la hacía extremadamente feliz: educar a los más jóvenes acerca de la magia. ¿Qué más podía pedir? Ella había nacido para educar; estaba en sus venas el enseñarle a todos los niños todo lo que ella conocía. A Helga no le importaba si eran inteligentes, valientes, astutos, cobardes... ¿por qué debía? Ella sólo deseaba brindarle todos sus conocimientos y esperar que las futuras generaciones fueran mejores que ellos y detuvieran esa absurda campaña en contra de los hijos de los muggles con magia.
Uno de los principales en la campaña era Salazar. Salazar. El sólo pensar su nombre provocaba que su corazón palpitara. —Tonterías...— susurró para sí misma, tomando una canasta repleta de acónitos. Las había buscado para la clase de pociones del primer año. Ella no daba esa materia, por supuesto (aunque no porque no supiera, sino porque Slytherin era mejor que ella en esa rama), pero solía ayudar a Salazar con la búsqueda de plantas para sus pociones. Colocó la canasta sobre una de las mesas y observó los pétalos azules de la flor. Era casi un milagro que hubiera logrado persuadir al propietario de la botánica de Hogsmeade para que le vendiera las flores. En invierno todo era más difícil. La búsqueda de plantas, de comida... en fin, era una época feliz y triste al mismo tiempo. Feliz para los creyentes, triste para todos aquellos infelices que fallecían en las calles por falta de alimento y por el horrible frío en Escocia. —Por eso hubiera preferido otra parte, una más cálida— dijo, aun cuando sabía que estaba sola en el aula. —Es hermoso, por supuesto, pero el invierno es sencillamente insoportable— refunfuñó, cruzándose de brazos y observando la nieve caer afuera del aula.
La joven bruja sonrió de lado al imaginar el extenso valle de donde ella provenía. Era tan hermoso... tan lleno de vida. Esa era una de las únicas cosas que ella realmente extrañaba, aparte de su familia, por supuesto. Pero ahora ella tenía un deber mucho más importante, uno que la llenaba por completa y la hacía extremadamente feliz: educar a los más jóvenes acerca de la magia. ¿Qué más podía pedir? Ella había nacido para educar; estaba en sus venas el enseñarle a todos los niños todo lo que ella conocía. A Helga no le importaba si eran inteligentes, valientes, astutos, cobardes... ¿por qué debía? Ella sólo deseaba brindarle todos sus conocimientos y esperar que las futuras generaciones fueran mejores que ellos y detuvieran esa absurda campaña en contra de los hijos de los muggles con magia.
Uno de los principales en la campaña era Salazar. Salazar. El sólo pensar su nombre provocaba que su corazón palpitara. —Tonterías...— susurró para sí misma, tomando una canasta repleta de acónitos. Las había buscado para la clase de pociones del primer año. Ella no daba esa materia, por supuesto (aunque no porque no supiera, sino porque Slytherin era mejor que ella en esa rama), pero solía ayudar a Salazar con la búsqueda de plantas para sus pociones. Colocó la canasta sobre una de las mesas y observó los pétalos azules de la flor. Era casi un milagro que hubiera logrado persuadir al propietario de la botánica de Hogsmeade para que le vendiera las flores. En invierno todo era más difícil. La búsqueda de plantas, de comida... en fin, era una época feliz y triste al mismo tiempo. Feliz para los creyentes, triste para todos aquellos infelices que fallecían en las calles por falta de alimento y por el horrible frío en Escocia. —Por eso hubiera preferido otra parte, una más cálida— dijo, aun cuando sabía que estaba sola en el aula. —Es hermoso, por supuesto, pero el invierno es sencillamente insoportable— refunfuñó, cruzándose de brazos y observando la nieve caer afuera del aula.
Helga Hufflepuff
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Re: Tarde de invierno ----> Godric G.
Mi querida Helga, eso de hablar sola es una costumbre que deberías quitarte ¿no crees? Aunque he de decir que comparado con África, todo el país es terriblemente frio-respondió Gryffindor aunque sabia que la mujer hablaba sola y no se refería a nadie. Se apoyo en la mesa, sonriendo-Deberías dejar de trabajar un rato, Hufflepuff, los ingredientes de Salazar pueden esperar un poco
Había estado dando vueltas por el colegio, aburrido. Sus clases habían terminado hacia ya un rato y ese dia no tenia clases con nadie mas por lo que por primera vez en meses tenia tiempo libre y, sorpresa, no sabia que hacer. Los elfos domésticos estaban decorando el castillo con decoraciones navideñas, un gran árbol ya estaba decorando el gran comedor y pronto estaría lleno de regalos enviados por las familias para los niños que se quedaban en el colegio que eran bastantes a decir verdad. No le había pasado nunca pero así era, no había practica de quiddich así que no podía pasarse por allí a ver nada. No había nadie con quien practicar la espada y Salazar se había encerrado en la mazmorra así que tampoco podía hacer un pequeño duelo contra su viejo amigo. Rowena, bueno, con ella mejor no estar, se hacia mucho silencio cuando la mujer dejaba de hablar sobre los astros y Godric no sabia que responderle, el cielo y las estrellas no eran una afición para él al contrario que Salazar y Ravenclaw. Así que busco a Helga por todos lados hasta encontrarla, su “hermana” estaba buscando unas plantas así que supuso que seria para alguna poción, así que decidió quedarse en la puerta en silencio, sabía que su amiga no se percataría, nunca lo hacia cuando estaba practicando herbología, se concentraba muchísimo, había intervenido porque le hizo gracia que su compañera hablara sola.
Aunque si no quieres dejarlo a la mitad, podría ayudarte aunque sabes que a mi las plantas..-torció un poco el gesto para dejar claro su poco gusto por aquella rama de la magia. No le apasionaba aunque lo había probado alguna vez cuando empezaron y necesitaban toda la ayuda posible en todos lados-Pero si hay que hacerlo se hace, sabes que no me da miedo nada-sonrió de lado, orgulloso de eso
Había estado dando vueltas por el colegio, aburrido. Sus clases habían terminado hacia ya un rato y ese dia no tenia clases con nadie mas por lo que por primera vez en meses tenia tiempo libre y, sorpresa, no sabia que hacer. Los elfos domésticos estaban decorando el castillo con decoraciones navideñas, un gran árbol ya estaba decorando el gran comedor y pronto estaría lleno de regalos enviados por las familias para los niños que se quedaban en el colegio que eran bastantes a decir verdad. No le había pasado nunca pero así era, no había practica de quiddich así que no podía pasarse por allí a ver nada. No había nadie con quien practicar la espada y Salazar se había encerrado en la mazmorra así que tampoco podía hacer un pequeño duelo contra su viejo amigo. Rowena, bueno, con ella mejor no estar, se hacia mucho silencio cuando la mujer dejaba de hablar sobre los astros y Godric no sabia que responderle, el cielo y las estrellas no eran una afición para él al contrario que Salazar y Ravenclaw. Así que busco a Helga por todos lados hasta encontrarla, su “hermana” estaba buscando unas plantas así que supuso que seria para alguna poción, así que decidió quedarse en la puerta en silencio, sabía que su amiga no se percataría, nunca lo hacia cuando estaba practicando herbología, se concentraba muchísimo, había intervenido porque le hizo gracia que su compañera hablara sola.
Aunque si no quieres dejarlo a la mitad, podría ayudarte aunque sabes que a mi las plantas..-torció un poco el gesto para dejar claro su poco gusto por aquella rama de la magia. No le apasionaba aunque lo había probado alguna vez cuando empezaron y necesitaban toda la ayuda posible en todos lados-Pero si hay que hacerlo se hace, sabes que no me da miedo nada-sonrió de lado, orgulloso de eso
Godric Gryffindor
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Re: Tarde de invierno ----> Godric G.
La joven bruja se sobresaltó al escuchar la voz repentina de Godric. ”Nada nuevo, siempre suele asustarme” pensó Helga, dibujando una sonrisa en su rostro. —No eres el primero que piensa eso… hace par de días que Rowena me dijo exactamente lo mismo— comentó con cierta diversión en su rostro. Rowena, su vieja amiga, la había sorprendido hablando sola en las cocinas, cuando preparaba un nuevo hechizo para preservar mejor las carnes. A decir verdad, la manía de hablar o tatarear cuando estaba sola estaba en ella desde pequeña. No significaba que estuviera demente, no, sólo se trataba de su forma de mantener su mente corriendo. Helga detestaba la soledad, así que cuando estaba sola, solía hablarse a sí misma para escuchar una voz. —Jumm, había olvidado lo cálido que era África… gracias por recordármelo— dijo, sonriendo aún más.
Helga se imaginaba el por qué Godric estaba allí. Probablemente se había aburrido, no había encontrado a nadie en los pasillo y estaba allí. La bruja imaginó que Salazar estaba ocupado y que Rowena —obligatoriamente— estaba sumergida en sus cientos de libros. Y todos en ese castillo sabían que por ningún motivo se debía interrumpir a Ravenclaw cuando estaba alimentando su cerebro de más conocimiento. Ni siquiera la furia de un dragó se asemejaba a la furia de Rowena. Helga luchó un escalofrío al recordar a su amiga en un ataque de ira. ”Demasiado peligrosa para cualquiera” pensó.
Con una sonrisa divertida en su rostro, Helga invocó dos sillas. —Sí, probablemente sea cierto lo que dices. Además, él ni siquiera sabe que las conseguí.— comentó con desinterés, tocando la canasta con su varita y alejándola de la mesa. Helga no evitó reír ante el gesto de Godric de ofrecerse a ayudarle. —Aprecio el hermoso detalle, Godric, pero verás… estás plantas fueron muy difíciles de conseguir y no quisiera perder el esfuerzo— Gryffindor era excelente combatiendo y luchando con su espada… él era bueno en muchísimas cosas, sin embargo, herbología no era su fuerte. —Además, ¿por qué te haría yo trabajar en algo que no te gusta cuando es tú tiempo libre?— negó la cabeza y le indicó con un suave gesto para que se sentara. —¿No preferirías mejor hablar sobre…— la bruja ladeó la cabeza. —…algo?— culminó, insegura de qué tema sería lo suficientemente bueno como para mantener la atención del Gran Godric, su adorado “hermano” sin lazos de sangre.
Helga se imaginaba el por qué Godric estaba allí. Probablemente se había aburrido, no había encontrado a nadie en los pasillo y estaba allí. La bruja imaginó que Salazar estaba ocupado y que Rowena —obligatoriamente— estaba sumergida en sus cientos de libros. Y todos en ese castillo sabían que por ningún motivo se debía interrumpir a Ravenclaw cuando estaba alimentando su cerebro de más conocimiento. Ni siquiera la furia de un dragó se asemejaba a la furia de Rowena. Helga luchó un escalofrío al recordar a su amiga en un ataque de ira. ”Demasiado peligrosa para cualquiera” pensó.
Con una sonrisa divertida en su rostro, Helga invocó dos sillas. —Sí, probablemente sea cierto lo que dices. Además, él ni siquiera sabe que las conseguí.— comentó con desinterés, tocando la canasta con su varita y alejándola de la mesa. Helga no evitó reír ante el gesto de Godric de ofrecerse a ayudarle. —Aprecio el hermoso detalle, Godric, pero verás… estás plantas fueron muy difíciles de conseguir y no quisiera perder el esfuerzo— Gryffindor era excelente combatiendo y luchando con su espada… él era bueno en muchísimas cosas, sin embargo, herbología no era su fuerte. —Además, ¿por qué te haría yo trabajar en algo que no te gusta cuando es tú tiempo libre?— negó la cabeza y le indicó con un suave gesto para que se sentara. —¿No preferirías mejor hablar sobre…— la bruja ladeó la cabeza. —…algo?— culminó, insegura de qué tema sería lo suficientemente bueno como para mantener la atención del Gran Godric, su adorado “hermano” sin lazos de sangre.
Helga Hufflepuff
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Re: Tarde de invierno ----> Godric G.
Sera porque ambos tenemos razon y es una mania que deberia quitarte-rie suavemente y se sento en la silla que le habia ofrecido su vieja amiga-Africa..pues lo echo de menos no te creas-suspira-Sus sabanas llena de criaturas increibles y los leones...sobre todo echo de menos a los leones
Habia vuelto de Africa con tan solo dieciocho años dejando alli a su familia y todo lo que conocia. Siempre habia sido aventurero pero segun su padre irse solo a tan temprana edad y a un Londres tan oscuro era la mayor aventura que su primogenito podia vivir, ademas para cumplir un sueño que el mismo habia infundido en su hijo. Sonrio suavemente recordando cuando piso de nuevo la capital tras años en el continente negro, se habia sentido como perdido pero gracias a que encontro a Salazar no termino en mitad de una aldea muggle.
Miro las plantas, ese comentaria tendria que haber ofendido su gran orgullo pero la verdad era que ya sabia que la herbologia se le daba fatal, las plantas no era lo suyo-Bueno, si no lo sabe mas a mi favor. Quedate un rato conmigo~ y tienes razon, no me gusta la herbologia...No siento esa pasion que sientes tu..supongo que a ti te pasara lo mismo con la esgrima por ejemplo-se encogio de hombros y apoyo la cabeza en la mano-Podriamos hablar de por ejemplo ¿Cuando me volveras a hacer esas galletas tan ricas que haces, querida hermana?
Godric podria ser muy caballeroso, muy justo y todo por lo que se habia hecho famoso pero desde luego su lado mas infantil seguia presente en su caracter y eso se demostraba cuando una sonrisa de niño travieso se instalaba en su casa como esa vez. Le encantaban las galletas de la mujer y no era la primera vez que las pedia. Ademas sabia que la bruja no se solia negar a darle ese tipo de mimos
O de lo que quieras por ejemplo podriamos hablar del sombrero seleccionador ¿Sabes porque sigue componiendo canciones año tras año? Yo solo le pedi que hiciera una y pensaba que lo haria para todo el año...Pero el sigue componiendo cada vez que entra un curso...-pregunto curioso el mago escarlata, era algo que cada vez que iba al despacho le volvia a rondar la cabeza
Habia vuelto de Africa con tan solo dieciocho años dejando alli a su familia y todo lo que conocia. Siempre habia sido aventurero pero segun su padre irse solo a tan temprana edad y a un Londres tan oscuro era la mayor aventura que su primogenito podia vivir, ademas para cumplir un sueño que el mismo habia infundido en su hijo. Sonrio suavemente recordando cuando piso de nuevo la capital tras años en el continente negro, se habia sentido como perdido pero gracias a que encontro a Salazar no termino en mitad de una aldea muggle.
Miro las plantas, ese comentaria tendria que haber ofendido su gran orgullo pero la verdad era que ya sabia que la herbologia se le daba fatal, las plantas no era lo suyo-Bueno, si no lo sabe mas a mi favor. Quedate un rato conmigo~ y tienes razon, no me gusta la herbologia...No siento esa pasion que sientes tu..supongo que a ti te pasara lo mismo con la esgrima por ejemplo-se encogio de hombros y apoyo la cabeza en la mano-Podriamos hablar de por ejemplo ¿Cuando me volveras a hacer esas galletas tan ricas que haces, querida hermana?
Godric podria ser muy caballeroso, muy justo y todo por lo que se habia hecho famoso pero desde luego su lado mas infantil seguia presente en su caracter y eso se demostraba cuando una sonrisa de niño travieso se instalaba en su casa como esa vez. Le encantaban las galletas de la mujer y no era la primera vez que las pedia. Ademas sabia que la bruja no se solia negar a darle ese tipo de mimos
O de lo que quieras por ejemplo podriamos hablar del sombrero seleccionador ¿Sabes porque sigue componiendo canciones año tras año? Yo solo le pedi que hiciera una y pensaba que lo haria para todo el año...Pero el sigue componiendo cada vez que entra un curso...-pregunto curioso el mago escarlata, era algo que cada vez que iba al despacho le volvia a rondar la cabeza
Godric Gryffindor
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Re: Tarde de invierno ----> Godric G.
Helga se rió, antes de ladear su cabeza, moviendo su cabellera rubia. —Quizás, pero ya sabes que para algunos, cambiar algo es sencillamente difícil— bromeó mientras que sus ojos azules brillaban ante su diversión. Era muy sencillo saber cuando la bruja estaba feliz o triste, lo único que hacía falta era ver sus ojos. Cuando éstos brillaban, dejaban a entender que ella se sentía feliz o emocionada... cuando se volvía opacos, significaba que estaba triste o muy enojada. Muy pocos la conocían tan bien como para saber esos pequeños detalles. Helga era toda una maestra en cuanto a esconder emociones se trataba; ella solía utilizar en todo momento una de sus sonrisas y por ello todos pensaban que la gentil y dulce Helga no tenía emociones más allá de las presentadas.. "Pero déjalos pensar lo que quieran..." se decía a sí misma.
La bruja no pudo dejar de sonreír ampliamente al escuchar a Godric y sus leones. —Lo supuse. Tienes cierta fascinación hacia ellos. Y no me sorprende en lo más mínimo, tienes una actitud parecida a la de ellos. Majestuoso, valiente y fuerte... no pudiste haber escogido un mejor símbolo— dijo con sinceridad. Helga adoraba a Godric como a un hermano mayor —el hermano que nunca tuvo y que siempre soñó— y aún cuando en ocasiones le enojaba muchísimo el que su actitud fuera tan temeraria y se metiera en problemas que lo llevaban al borde de la muerte, Helga se había prometido a sí misma siempre apoyarlo y estar allí para cuando él la necesitara. Lo mismo había hecho con Salazar, aunque por otras razones...
Helga arrugó la nariz. —No me agrada nada que tenga que ver con la violencia, Godric. Toda persona que ha tenido que lidiar con heridos por toda su vida estaría de acuerdo conmigo. Demasiada sangre, muerte, dolor... odio las guerras, las espadas y todas esas cosas.— comentó, dibujando círculos imaginarios en la mesa. Sonrió de lado y ladeó la cabeza. —Pero, irónicamente valoro a todos aquellos que arriesgan sus vidas para mantener la paz. Y todo porque cierto mago obsesionado con leones me demostró que no todos los guerreros son malos. Me preguntó si le agradecí ese gesto— suspiró con diversión. En su infancia, Helga siempre había sentido cierto recelo hacia los guerreros por creerlos personas violentas y sin corazón, sin embargo, Gryffindor le había hecho cambiar de opinión al ver y entender sus luchas.
La joven bruja volvió a reírse ante la pregunta del mago. Quizás haga un par esta noche... pero no prometo nada. Y por cierto, no digáis nada frente a los estudiantes porque sino tendré que dejar de dar clases para pasarme todo el día en las cocinas haciendo galletas.— A Helga le daba mucho orgullo escuchar a sus amigos, estudiantes y conocidos admirar su don para la cocina. Ella suponía que había heredado ese don de su abuela, quien era una bruja fascinante y amorosa. Había fallecido cuando ella era pequeña, pero durante el poco tiempo que ella la conoció, aprendió muchísimas cosas.
—Así que eres el culpable de que el Sombrero cante y que le provoqué jaquecas a Rowena... increíble, pero gracioso. Aún cuando Rowe se queja, yo sé que le agrada el Sombrero. Es extraño y un tanto perdido en su mundo, pero me agrada. ¿Cómo le encontraste? Nunca me explicaste y siempre he tenido la duda. Y antes de que preguntes, no, no crearé un nuevo sombrero, aunque la idea de que él posea una pareja me es tentadora— uno de los terribles males de Helga era el siempre tratar de jugar al Cupido. Aunque a decir verdad, tendría que mejorar sus tácticas para con Godric y Rowena.
La bruja no pudo dejar de sonreír ampliamente al escuchar a Godric y sus leones. —Lo supuse. Tienes cierta fascinación hacia ellos. Y no me sorprende en lo más mínimo, tienes una actitud parecida a la de ellos. Majestuoso, valiente y fuerte... no pudiste haber escogido un mejor símbolo— dijo con sinceridad. Helga adoraba a Godric como a un hermano mayor —el hermano que nunca tuvo y que siempre soñó— y aún cuando en ocasiones le enojaba muchísimo el que su actitud fuera tan temeraria y se metiera en problemas que lo llevaban al borde de la muerte, Helga se había prometido a sí misma siempre apoyarlo y estar allí para cuando él la necesitara. Lo mismo había hecho con Salazar, aunque por otras razones...
Helga arrugó la nariz. —No me agrada nada que tenga que ver con la violencia, Godric. Toda persona que ha tenido que lidiar con heridos por toda su vida estaría de acuerdo conmigo. Demasiada sangre, muerte, dolor... odio las guerras, las espadas y todas esas cosas.— comentó, dibujando círculos imaginarios en la mesa. Sonrió de lado y ladeó la cabeza. —Pero, irónicamente valoro a todos aquellos que arriesgan sus vidas para mantener la paz. Y todo porque cierto mago obsesionado con leones me demostró que no todos los guerreros son malos. Me preguntó si le agradecí ese gesto— suspiró con diversión. En su infancia, Helga siempre había sentido cierto recelo hacia los guerreros por creerlos personas violentas y sin corazón, sin embargo, Gryffindor le había hecho cambiar de opinión al ver y entender sus luchas.
La joven bruja volvió a reírse ante la pregunta del mago. Quizás haga un par esta noche... pero no prometo nada. Y por cierto, no digáis nada frente a los estudiantes porque sino tendré que dejar de dar clases para pasarme todo el día en las cocinas haciendo galletas.— A Helga le daba mucho orgullo escuchar a sus amigos, estudiantes y conocidos admirar su don para la cocina. Ella suponía que había heredado ese don de su abuela, quien era una bruja fascinante y amorosa. Había fallecido cuando ella era pequeña, pero durante el poco tiempo que ella la conoció, aprendió muchísimas cosas.
—Así que eres el culpable de que el Sombrero cante y que le provoqué jaquecas a Rowena... increíble, pero gracioso. Aún cuando Rowe se queja, yo sé que le agrada el Sombrero. Es extraño y un tanto perdido en su mundo, pero me agrada. ¿Cómo le encontraste? Nunca me explicaste y siempre he tenido la duda. Y antes de que preguntes, no, no crearé un nuevo sombrero, aunque la idea de que él posea una pareja me es tentadora— uno de los terribles males de Helga era el siempre tratar de jugar al Cupido. Aunque a decir verdad, tendría que mejorar sus tácticas para con Godric y Rowena.
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Re: Tarde de invierno ----> Godric G.
Godric miro los ojos azules de su compañera, estos brillaban alegres y esto hizo que el león sonriera. Ya hacia un tiempo que se había fijado en ese detalle de la otra fundadora, podía ser que Helga siempre fuera con una sonrisa adornándole la cara pero eran los ojos los que reflejaban si estaba de buen humor o no, las mujeres ocultaban mejor sus sentimientos, o eso le solía decir su madre, y ahora no podía mas que darle la razón. El era todo lo contrario, se le notaba cuando estaba de mal humor o alegre, no podía evitar mostrar como se sentía en cada momento, por eso,quizás, se había metido en mas de un lio, no sabia controlar del todo su carácter cuando se enfadaba, provocando mas de una vez que una simple discusión con el mago esmeralda terminara siendo una pelea. Tendría que aprender a controlar un poco su carácter.
Gracias, Helga~ Me halaga que me compares con esos grandes animales. Aunque ellos no son tan temerarios como yo, ellos atacan en manada para poder conseguir su objetivo...cosa que yo no suelo hacer-comentó, encogiéndose de hombros. El se había criado durante unos ochos años viendo a los leones lo que hizo que su carácter, ya valiente y cabezota de nacimiento, se pareciera a los de estos animales. Quizás en lo que se diferenciaba era en lo que le había comentado a su hermana, Godric era un temerario y no habían sido solo un par de veces las que la bruja le había curado las heridas tras una pelea o aventura del león, eso si, siempre curándole con una charla sobre que tuviera mas cuidado en sus escapadas.
Rió suavemente cuando la vio arrugar la nariz de esa manera, sabia que no tenia que haberlo hecho ya que ella hablaba en serio pero no podía evitar que le hiciera gracia la cara que había puesto-Lo siento, no debí reírme. Y se que no te gustan, siento sacar el tema pero era por dar un ejemplo-sonrió divertido cuando le nombro, era obvio que se estaba refiriendo a él-Yo no creo que ese mago este obsesionado con los leones, solo le fascinan mucho. Ese mago suena bien, si te hizo ver que los guerreros son buenos hombres se merece todo el respeto que le tendrán. Ademas, yo creo que cierta maga con gusto por los tejones se lo agradeció muy bien.
Los ojos del mago brillaron con cierta ilusión al oírla-A mi si haces una hornada me vale, tampoco pasa nada si no le damos a Salazar-dijo haciendo un gesto con la mano para quitarle importancia al mago esmeralda sin embargo ya sabia que terminaría dándole alguna al fundador de la casa de la serpiente-Nadie intentaría quitarte de dar clases, no conozco a nadie mas hábil en herbología que tu..bueno, quizás Rowena pueda llegar a rozar tu habilidad pero no es tan buena como tu-negó con la cabeza, convencido de que Helga era la mejor sin duda. Ravenclaw superaba a todos los demás fundadores en muchas áreas de la magia pero en las que ellos impartían no había nadie mejor que ellos mismos
En mi defensa diré que solo le dije que compusiera una canción...Luego hizo lo que él ha querido, es un sombrero muy cabezota a decir verdad. Es simpático y agradable, a mi me gusta bastante oírlo cuando los cuatro estamos reunidos en el despacho de directores, anima el ambiente ¿no te parece?-Se rasco la barbilla pensativo, recordando como hizo al sombrero, porque si, él lo había creado-¿Nunca te conté la historia? Bueno, fue accidental. Allí en África estaba bastante solo, solo tenia a mis hermanos pequeños, y me llevo catorce años con el que me sigue, así que me puse a practicar hechizos de locomoción y animación en mi aburrimiento. Pues, no se que hice, creo que mezcle dos hechizos, le di al sombrero y ¡Pum! Empezó a hablar,lo tuve que esconder de mi padre para que no me regañase. Poco después me volví a Londres y ya sabes el resto-explicó, sonriendo-¿Una compañera? Si eres capaz de replicar el accidente con el que se creo, no estaria mal tener otro sombrero, Helga
Gracias, Helga~ Me halaga que me compares con esos grandes animales. Aunque ellos no son tan temerarios como yo, ellos atacan en manada para poder conseguir su objetivo...cosa que yo no suelo hacer-comentó, encogiéndose de hombros. El se había criado durante unos ochos años viendo a los leones lo que hizo que su carácter, ya valiente y cabezota de nacimiento, se pareciera a los de estos animales. Quizás en lo que se diferenciaba era en lo que le había comentado a su hermana, Godric era un temerario y no habían sido solo un par de veces las que la bruja le había curado las heridas tras una pelea o aventura del león, eso si, siempre curándole con una charla sobre que tuviera mas cuidado en sus escapadas.
Rió suavemente cuando la vio arrugar la nariz de esa manera, sabia que no tenia que haberlo hecho ya que ella hablaba en serio pero no podía evitar que le hiciera gracia la cara que había puesto-Lo siento, no debí reírme. Y se que no te gustan, siento sacar el tema pero era por dar un ejemplo-sonrió divertido cuando le nombro, era obvio que se estaba refiriendo a él-Yo no creo que ese mago este obsesionado con los leones, solo le fascinan mucho. Ese mago suena bien, si te hizo ver que los guerreros son buenos hombres se merece todo el respeto que le tendrán. Ademas, yo creo que cierta maga con gusto por los tejones se lo agradeció muy bien.
Los ojos del mago brillaron con cierta ilusión al oírla-A mi si haces una hornada me vale, tampoco pasa nada si no le damos a Salazar-dijo haciendo un gesto con la mano para quitarle importancia al mago esmeralda sin embargo ya sabia que terminaría dándole alguna al fundador de la casa de la serpiente-Nadie intentaría quitarte de dar clases, no conozco a nadie mas hábil en herbología que tu..bueno, quizás Rowena pueda llegar a rozar tu habilidad pero no es tan buena como tu-negó con la cabeza, convencido de que Helga era la mejor sin duda. Ravenclaw superaba a todos los demás fundadores en muchas áreas de la magia pero en las que ellos impartían no había nadie mejor que ellos mismos
En mi defensa diré que solo le dije que compusiera una canción...Luego hizo lo que él ha querido, es un sombrero muy cabezota a decir verdad. Es simpático y agradable, a mi me gusta bastante oírlo cuando los cuatro estamos reunidos en el despacho de directores, anima el ambiente ¿no te parece?-Se rasco la barbilla pensativo, recordando como hizo al sombrero, porque si, él lo había creado-¿Nunca te conté la historia? Bueno, fue accidental. Allí en África estaba bastante solo, solo tenia a mis hermanos pequeños, y me llevo catorce años con el que me sigue, así que me puse a practicar hechizos de locomoción y animación en mi aburrimiento. Pues, no se que hice, creo que mezcle dos hechizos, le di al sombrero y ¡Pum! Empezó a hablar,lo tuve que esconder de mi padre para que no me regañase. Poco después me volví a Londres y ya sabes el resto-explicó, sonriendo-¿Una compañera? Si eres capaz de replicar el accidente con el que se creo, no estaria mal tener otro sombrero, Helga
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Re: Tarde de invierno ----> Godric G.
Helga se rió suavemente, negando la cabeza. Sus conversaciones con Godric siempre solían levantarle los ánimos. Godric tenía una personalidad muy fuerte y carismática. Podía levantar los ánimos de cualquiera con una de sus sonrisas u ocurrencias. Por ello Helga le adoraba tanto. —Por supuesto. El orgullo Gryffindor no permite eso— respondió con voz cantarina, ladeando la cabeza y dibujando un par de dibujos imaginarios sobre la mesa. Se rió una vez más, esta vez en voz alta. —Probablemente esa bruja se lo agradeció con comida. He escuchado que los magos con obsesiones por los leones tienen un apetito insaciable.—
—Probablemente tendré que hacer muchísimas galletas. Tendría que darle a Rowena, a Helena, a un par de mi estudiantes, a Salazar y probablemente una horneada completa para ti.— suspiró con fingido dramatismo. —Lo anotaré para no olvidarlo. Mientras...— con un movimiento de su varita todo lo que había sobre la mesa desapareció, dejándola despejada. Con un nuevo movimiento, apareció una tarta de manzana y una tetera con té recién hecho. Sonrió ante las palabras de Godric. —Me enorgullece escuchar que soy buena en mis clases. Amo la herbología.— cortó una rebanada de pastel y se la pasó a Gryffindor.
El olor a pastel de manzana inundó el aula de herbología, dando una sensación de calidez y de hogar, algo que Helga continuamente extrañaba. Hacía un par de semanas que había recibido una carta de su hogar explicandole su compromiso con James. Eran momentos difíciles, pero Helga no impedía que eso la afectara. —El Sombrero es increíble, Godric. Armoniza las reuniones— "Y evita muchas peleas entre tú y Salazar" completó mentalmente, sirviendo dos tazas de té
Cuando Helga escuchó lo del accidente se rió en voz baja. —¿Por qué no me sorprende? Es muy "Godric" eso del accidente— se rió, negando la cabeza.
Tomó su pedazo de pastel y se sentó frente a su amigo. —¿Cómo va todo con tus hermanos? Sé que probablemente lo sepas, pero he castigado hace un par de días a Graham. Su comportamiento no fue el mejor, sin embargo, puedo lidiar con él. ¿Qué tal con los otros dos? ¿Son bien portados como su hermano mayor?— Helga sonrió ampliamente, llevándose a sus labios un pedazo del pastel de manzana. Estaba delicioso, y no era de extrañar. Ella había nacido con un don no sólo para los hechizos de sanación, sino para los de cocina. Se le daba estupendamente bien el preparar delicias, sin esfuerzo alguno.
—Probablemente tendré que hacer muchísimas galletas. Tendría que darle a Rowena, a Helena, a un par de mi estudiantes, a Salazar y probablemente una horneada completa para ti.— suspiró con fingido dramatismo. —Lo anotaré para no olvidarlo. Mientras...— con un movimiento de su varita todo lo que había sobre la mesa desapareció, dejándola despejada. Con un nuevo movimiento, apareció una tarta de manzana y una tetera con té recién hecho. Sonrió ante las palabras de Godric. —Me enorgullece escuchar que soy buena en mis clases. Amo la herbología.— cortó una rebanada de pastel y se la pasó a Gryffindor.
El olor a pastel de manzana inundó el aula de herbología, dando una sensación de calidez y de hogar, algo que Helga continuamente extrañaba. Hacía un par de semanas que había recibido una carta de su hogar explicandole su compromiso con James. Eran momentos difíciles, pero Helga no impedía que eso la afectara. —El Sombrero es increíble, Godric. Armoniza las reuniones— "Y evita muchas peleas entre tú y Salazar" completó mentalmente, sirviendo dos tazas de té
Cuando Helga escuchó lo del accidente se rió en voz baja. —¿Por qué no me sorprende? Es muy "Godric" eso del accidente— se rió, negando la cabeza.
Tomó su pedazo de pastel y se sentó frente a su amigo. —¿Cómo va todo con tus hermanos? Sé que probablemente lo sepas, pero he castigado hace un par de días a Graham. Su comportamiento no fue el mejor, sin embargo, puedo lidiar con él. ¿Qué tal con los otros dos? ¿Son bien portados como su hermano mayor?— Helga sonrió ampliamente, llevándose a sus labios un pedazo del pastel de manzana. Estaba delicioso, y no era de extrañar. Ella había nacido con un don no sólo para los hechizos de sanación, sino para los de cocina. Se le daba estupendamente bien el preparar delicias, sin esfuerzo alguno.
Helga Hufflepuff
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Re: Tarde de invierno ----> Godric G.
Mas que orgullo, querida Helga, es que no quiero meteros en mas líos de los que ya os he metido en mi juventud. Cada cual tiene sus aficiones y si yo quiero correr riesgos no es justo por mi parte que os arrastre a algo ¿no te parece?-Comentó el león mirando a su hermana con una suave sonrisa. Él disfrutaba mucho yendo de aventuras con sus compañeros pero tenia que admitir que mas de una vez los había puesto en peligro mortal, no iba a negar que había sido muy divertido pero eso no quitaba peligro a sus aventuras-Bueno, yo también tengo esa certeza ¿sabes? Seguro que le dio muchos dulces~
Rió escandalosamente cuando dijo eso con dramatismo fingido. Su hermana conseguía siempre sacarle una risa con sus charlas, por eso Godric la prefería muchas veces sobre el resto de fundadores, mas serios y estrictos-¿He dicho ya que te quiero mucho?-miró atento el pastel que aparecía en la mesa. Su hermana tenia un don para la comida, de eso no cabía duda, toda la escuela deseaba comer alguna vez un dulce hecho por la fundadora ámbar. Cogió la taza con ambas manos para calentarse las manos y bebió un sorbo dejando que la sensación de calor invadiera-No es mas que la verdad, la herbología es algo natural en ti
Cerro los ojos, por un momento parecía que volvía a estar en su casa en África, casi parecía que iba a oír a su madre llamándole a comer a la cocina con el resto de sus hermanos. Hacia demasiado tiempo que no veía a su madre, había mandando muchas cartas informándole que estaba bien, sus hermanos también y que el colegio marchaba. Abrió los ojos-El sombrero es increíble. Es de los mejores accidente que he tenido-rió suavemente de nuevo. Salazar había dicho exactamente lo mismo cuando le había dicho como había sido creado la prenda parlante, parecía que todos esperaban que el sombrero hubiera sido creado así por el león- Según parece es algo muy de mi porque Salazar me dijo lo mismo. Me pregunto si tambien lo diria Rowena...
Se quedo mirando la mesa cuando le hablo de Graham, él era el responsable ahora de todos los hermanos y que uno de los mellizos hubiera caído en otra casa había sido un revés en sus planes, no es que no confiara en Helga es que no podía controlarlo como lo hacia como Gael- Lo se, lo siento mucho. Graham no solía ser así creo recordar pero...creo que le ha molestado no caer en mi casa-suspiró y miro a su hermana-Los demás están bien, Gael se empeña en encontrar todos los pasadizos del castillo y Gabriel lee bastante, por el pequeño no me tengo que preocupar mucho a decir verdad
Rió escandalosamente cuando dijo eso con dramatismo fingido. Su hermana conseguía siempre sacarle una risa con sus charlas, por eso Godric la prefería muchas veces sobre el resto de fundadores, mas serios y estrictos-¿He dicho ya que te quiero mucho?-miró atento el pastel que aparecía en la mesa. Su hermana tenia un don para la comida, de eso no cabía duda, toda la escuela deseaba comer alguna vez un dulce hecho por la fundadora ámbar. Cogió la taza con ambas manos para calentarse las manos y bebió un sorbo dejando que la sensación de calor invadiera-No es mas que la verdad, la herbología es algo natural en ti
Cerro los ojos, por un momento parecía que volvía a estar en su casa en África, casi parecía que iba a oír a su madre llamándole a comer a la cocina con el resto de sus hermanos. Hacia demasiado tiempo que no veía a su madre, había mandando muchas cartas informándole que estaba bien, sus hermanos también y que el colegio marchaba. Abrió los ojos-El sombrero es increíble. Es de los mejores accidente que he tenido-rió suavemente de nuevo. Salazar había dicho exactamente lo mismo cuando le había dicho como había sido creado la prenda parlante, parecía que todos esperaban que el sombrero hubiera sido creado así por el león- Según parece es algo muy de mi porque Salazar me dijo lo mismo. Me pregunto si tambien lo diria Rowena...
Se quedo mirando la mesa cuando le hablo de Graham, él era el responsable ahora de todos los hermanos y que uno de los mellizos hubiera caído en otra casa había sido un revés en sus planes, no es que no confiara en Helga es que no podía controlarlo como lo hacia como Gael- Lo se, lo siento mucho. Graham no solía ser así creo recordar pero...creo que le ha molestado no caer en mi casa-suspiró y miro a su hermana-Los demás están bien, Gael se empeña en encontrar todos los pasadizos del castillo y Gabriel lee bastante, por el pequeño no me tengo que preocupar mucho a decir verdad
Godric Gryffindor
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