Dudas y Debate (Godric Gryffindor,Jared Laurente)

Vale, lo admito. Defensa Contra Las Artes Oscuras no era, no es y jamás será mi punto fuerte, más bien al contrario, no se me daba bien y últimamente estaba teniendo algunos problemas con básicamente todo lo que dábamos, tanto la práctica como la teoría, cada vez que intentaba realizar alguno de los hechizos que el Sr. Gryffindor nos enseñaba en clase, alguien salía mal parado, la mayoría de las veces era o Xander, o Demian o mi pobre hurón Tommy, y no quería seguir causándoles más daños físicos que les dejasen en la enfermería o en su defecto con alguna anomalía corporal que podía durar entre dos o tres semanas, una vez dejé a mi hermano con el pelo y los ojos morados durante casi un mes, así que decidí que iría a consultarle as dudas a Godric. Me vestí, como no íbamos a clases y era básicamente como parte del tiempo libre, no me puse el uniforme, si no unos simples vaqueros rosas, una camiseta con una sudadera encima y unos botines grises. Cogí la mochila en la que llevaba un par de pergaminos, un bote de tinta y tres plumas, además de un pequeño neceser con una colonia de vainilla, un brillo de labios y un cepillo.

Me encaminé a paso ligero hacia el aula correspondiente, había escuchado que Megan también estaría allí, así que supuse que no era la única con problemas en la asignatura, eso, o que la Slytherin realmente estaba interesada en DCAO. No tuve ningún problema en encontrar la sala y llegar hasta ella sin que algún niño de primero se chocase contra mi o cosas por el estilo que eran bastante comunes en aquel grandioso castillo. Abrí la puerta tratando de hacer el menor ruido posible, pero no salió especialmente bien, nada más entrar vi la cabeza de la ojiazul girándose -Hola...- murmuré mientras me sentaba en uno de los pupitres que había ahí y sacaba las cosas de la mochilla y la varita del bolsillo trasero del pantalón. -Sr. Gryffindor, con todo mi respeto- me dirigí al hombre que estaba en frente -No me entero de sus clases, lo intento, pero no me entra en la cabeza- dije mientras que me encogía de hombros.