Cassandra R. Periwinkle {Under construction}

La edad es un número, la madurez una opción
Cassandra René Periwinkle, si te la encuentras por la calle lo primero que pensarás es que es la dulzura personificada. No te encontrarás con nadie más dulce que Cass, siempre con una sonrisa en sus rosados labios, añadirá la dulzura a tu vida. Piensa en una persona alegre, divertida, rebelde, ¿ya tienes una idea de esa persona? Pues bien seguramente estés pensando en Cassie, esa alegría que te anima todos los días, esa diversión que la caracteriza es única e inimitable, como el sol que cada mañana entra por tu ventana, sociable hasta decir basta, nunca vas a verla sola. Valiente como nadie, no dudará ni dos segundos en aceptar cualquier reto que le pongas, de hecho según ella, la vida es un reto, que cada día te sorprende con algo nuevo.

No se juega conmigo, porque está demostrado que yo se jugar mejor.

¿Fría? Puede ser, sin duda no dejará que le hieras el orgullo, y mucho menos que le faltes el respeto, no soporta que la gente le diga lo que tiene que hacer, ni como hacerlo, le desespera que le orden cosas.  No se deja pisotear por nada ni por nadie, intenta pasar por encima de ella y te encontrarás con una persona que puede llegar a ser excesivamente calculadora. No sabes lo que es una persona cabezota, hasta que no conoces a Periwinkle. Si se le mete una idea en esa cabecita que tiene, no para hasta que la ve realizada. Un reto, un desafío, nada ni nadie para a esta chica hasta que consigue superarlo. No es fácil conseguir que confíe en ti, puede conocerte de hace años y no brindarte su confianza, ahora si, la gente en la que confía es para ella lo más importante, pero si alguna de esas personas traiciona su confianza, puede prepararse, porque Cassandra realmente capulla, "ojo por ojo, manga por manga".

La sinceridad duele

Sincera hasta decir basta, tan sincera que puede llegar a doler, si, siempre será la verdad, exceptuando las contadas mentiras piadosas, y aunque a veces la verdad duele, ella te lo soltará, porque "Debes saberlo". Desde que perdió a su madre intenta cargar con la responsabilidad de todos los actos de su hermano, lo que le ocasiona problemas, a pesar de que al final siempre termine cargándosela él, dado que Cassandra es incapaz de mantener una versión falsa durante más de dos minutos.

El que avisa no es traidor

¿Protectora? Hasta decir basta, seguramente sea la primera persona en meterse con su hermano y sacarle de quicio, pero que alguien le toque o le insulte y ahí está René para defenderle aunque tenga que llegar a las manos. Te dará dos oportunidades de irte y no volver a molestar a los suyos, pero a la tercera no se lo pensará dos veces antes de propinarte una buena. Puede parecer frágil e inofensiva pero sus palabras pueden llegar a cortar más que mil cuchillos. Simplemente no soporta que critiquen a su familia y no se cortará ni un pelo si tiene que ponerte en ridículo con tal de que no vuelvas a meterte con la gente a la que quiere. Así que ya sabes, cuidado con lo que dices o haces.

La curiosidad mató al gato

Curiosa, muy curiosa, intenta buscarle tres pies al gato, le da mil vueltas a todo hasta que descubre lo que quiere. Sería capaz de ir a Marte si con eso sacia su gran curiosidad, simplemente le es inevitable sentir curiosidad por cada cosa que ve. Pero también es muy respondona, te responderá a todo lo que le digas, sea un comentario bueno o un comentario malo, no importa te responderá, si es malo, zanjará rápidamente el tema con algún insulto, y si es bueno encontrará la palabra perfecta para que sientas bien.

✖Hace 15 años exactamente, en una casita ubicada al lado de un lago en Francia, Samantha Periwinkle comenzó a sentir tirones por parte del bebé que llevaba dentro desde hacía nueve meses. Aún no sabían si iba a ser chico o chica, pero aún así ya tenían nombres pensados, Cassandra René si era una niña y Demian Lukas si era un niño. Al fin, después de horas de parto, un pequeño bebé asomó al mundo entre llantos y gritos. -¡Es un niño!- gritó el médico que les acompañaba, "¿un niño? Si estás contando la historia de una chica". No era un bebé esperado, más bien todo lo contrario, nadie se esperaba mellizos, todos pensaron que sería un solo crío el que nacería aquel día, pero se equivocaron, porque un 31 de julio hace 15 veranos, Cassandra René Periwinkle vio el mundo por primera vez.

✖Creció entre risas y un ambiente cálido. Siempre había una sonrisa de por medio, un abrazo, una caricia, un ambiente ideal para una niña que está creciendo, un ambiente agradable y sin presiones. O eso es lo que a simple vista se podía apreciar. Cuatro años después del nacimiento de los mellizos un accidente en la plaza del pueblo donde hacían la compra los Periwinkle, Samantha, la madre de los niños, tropezó cuando volvía a casa y cayó de espaldas contra el asfaltado de la calle, la sangre corría por una hemorragia en la sien abierta de Samantha, sangre a borbotones, sangre limpia y roja, sangre que dejó de brotar en el momento en el que Samantha Periwinkle dijo adiós al mundo con un "Cuidar de los niños".

✖Desolada, así se quedó la familia Periwinkle después del acontecimiento anterior. Sin embargo, John no se rindió, tenía una familia que sacar a delante y ver a los niños confusos, pero a la vez alegres, ajenos de lo que pasaba, le daba ánimos. Por su parte Cassandra no dejaba de preguntar por su madre, y cada vez que lo hacía, John se encerraba en una habitación a llorar, para luego salir desahogado. Cada vez que esto sucedía, la pequeña Cass sentía que el corazón se le encogía hasta hacerse diminuto, pensaba que metía la pata siempre, que todo era su culpa, que ella era la causante de los llantos de su padre. Y esos, no son pensamientos normales en una niña que había cumplido los cinco años, meses atrás.

✖Y así pasaron los años, hasta que Cassandra y Demian dieron su primera muestra de magia con siete años. Estaban ambos pasándose la quaffle de su padre en la orilla del lago, cuando esta se les escapó y fue a parar al medio del lago. Los niños no sabían que hacer, solo querían la quaffle de vuelta, ambos se pusieron a llorar y las luces del proche de la casita explotaron, cuatro bombillas en un sonoro pum, una explosión limpia, causada por magia.

✖Beauxbatons. Esa fue la escuela a la que acudió, a pesar de los reproches de su padre. El patriarca de la familia Periwinkle, quería que sus hijos estudiasen en Hogwarts, al fin y al cabo, ese había sido su colegio, y el idioma (inglés), los niños lo tenían dominado, dado que con John, hablaban en inglés. Sin embargo, Beauxbatons había sido la escuela de la difunta Samantha, y René quería estudiar en el colegio de su madre.

✖Cass quería parecerse a su madre en todo lo posible, y si para eso tenía que pasarse día y noche practicando la transformación animaga, lo haría. Y al final, después de noches en vela, dolores en las articulaciones, y alguna que otra visita en la enfermería, Cassandra se transformó en un pequeño tigre de bengala, espera que con el paso de los años, su transformación vaya evolucionando, hasta llegar a ser un espécimen adulto.

✖Y hace aproximadamente dos años, John decidió sacar a los niños de Beauxbatons y de Francia, para llevárselos a Inglaterra, más concretamente a Brighton, lugar donde residen actualmente. Con el cambio de vivienda vino el cambio de colegio, y John finalmente consiguió que los niños aceptasen estudiar en Hogwarts. Una vez allí, Cassandra quedó en Hufflepuff, mejor conocida como la casa de los tejoncitos.